Proyecto: Mastercopy Castlevania

TepesFamily-smaller

Este proyecto fue una completa montaña rusa para mí porque jamás pensé que podría llegar a molestar a tantas personas raras y enojadas en redes. En realidad el solo hecho de poner esta historia en texto es algo que me llena de inseguridad, pero a la vez escribirlo me ayuda a terminar de sanar y poder darle vuelta a la página.

De hecho este arte está borrado de todas mis redes precisamente por lo mismo, para evitar todo tipo de comentarios hirientes sin contexto.

Todo comenzó cuando mi esposo y yo terminamos de ver la primera temporada de Castlevania en Netflix. Veníamos saliendo de pandemia a mediados del 2021 y esta serie me devolvió mucha inspiración y motivación que había perdido, ya que me sentía deprimida y sin ganas de pintar ni de realizar ningún proyecto.

Entonces Antonio me pidió que le pintara el cuadro de la familia Tepes que salía en la serie. Él lo pidió como un cuadro para él, para decorar nuestro apartamento (el cual era un lugar bastante oscuro cerrado, y gracias a Dios ya vivimos en un lugar mejor). Sabía que me lo estaba pidiendo porque me iba a ver casi obligada a hacerlo y había una pequeña probabilidad que me devolviera un poco de la chispa de artista que había perdido.

Así que me puse manos a la obra y comencé a investigar. El arte original fue creado por una artista llamada Katie Silva (@kloysius), era un trabajo digital donde los colores saturados iban a ser bastante complicados de replicar en óleo, así que mi plan fue pintar de una forma indirecta. Si quieres saber más sobre formas distintas de pintar en óleo, puedes ir a este otro artículo.

Tomé una tabla de pino que ya tenía preparada, hice una imprimatura y comencé a bocetear directamente con óleo. Quería poder sentirme libre con el proyecto, así que me quité todos los miedos que atacan siempre al inicio y dejé los lápices calculadores de lado.

Pinté la primera capa de óleo de una forma muy suelta, para luego pasar a crear una grisalla en tonos cafés desaturados, tratando de lograr los valores correctos. Esto lo logré de una mejor forma tomando el arte original y pasándolo a escala de grises en mi ipad.

 

La montaña rusa de emociones

Recuerdo haber compartido en redes esa primera imagen donde había logrado terminar en escala de grises el arte, y algunos de los comentarios que recibí ya daban indicios que algo no estaba bien. Mi único sentimiento detrás de hacer el cuadro era lograr recuperar mi amor por la pintura ligándola con un tema que me apasionara. Nunca tuve intenciones de hacerme pasar por la artista original ni de robarle crédito a nadie, pero recuerdo haber recibido hate por ese primer intento, lo cual me dejó dolida y desilusionada de nuevo.

Pasaron unos 3 meses entre el momento que compartí esa primera foto y el día que decidí darle fin a la obra. A veces el día que nos decidimos a terminar un proyecto a pesar de todo es igual de importante que el día que comenzamos, porque el dejar un proyecto de lado por tanto tiempo hace que nos sintamos como si no hubiéramos avanzado nada. Por eso tener constancia en nuestro arte es de increíble importancia, sin tener en cuenta lo que los demás pienses o digan, pero eso es un tema para otro momento.

Me armé de valor y comencé poco a poco a pintar de nuevo. (Puedes hacer click en las imágenes para verlas más de cerca.)

Cuando terminé la pintura pues claro, me sentía muy feliz de haberlo logrado. Era la primera vez que pintaba algo en óleo con temática geek o de cultura popular y sentí que algo comenzó a crecer dentro de mí, una pequeña luz que me indicaba el camino a seguir. De nuevo, quise llevar mi felicidad a redes y me animé a abrir una cuenta de TikTok. Subí un video súper corto, como de 5 segundos, mostrando el arte final. El video se volvió viral muy muy rápido, de la noche a la mañana tuvo más de 300 mil vistas, pero los comentarios negativos también comenzaron a llover.

La mayoría de las personas que veían el video compartían el amor que yo le tenía a la serie y veían mi obra simplemente por lo que era: un arte hecho con amor de algo que nos gusta a muchos por igual, sin ningún afán de hacerme famosa ni millonaria por hacer un mastercopy en óleo de un arte digital. Pero otras personas comenzaron a comentar que yo me estaba lucrando con el arte de alguien más y que yo no era la artista original, lo cual nunca sucedió, nunca me hice pasar por la artista. Seguramente si te pareces un poquito a mí hubieras sentido el peso enorme de unos cuantos comentarios malos por encima de los buenos. Era bonito ver como muchas personas comentaban positivamente, pero un solo comentario malo me hacía sentir como si yo fuera la peor persona de este planeta, una escoria que no merecía vivir, lo más bajo de lo más bajo.

Nadie debería tener el poder de hacer sentir a alguien así, pero desgraciadamente esta sociedad de internet ahora se maneja por la opinión negativa de unos pocos, por encima incluso de todo lo bueno. Debemos tener mucho cuidado de como nos expresamos en redes, ya que no sabemos el verdadero impacto que nuestras palabras pueden tener en la vida de los demás.

A pesar de todo, continué con mi vida, tratando de recoger los pedazos de mi autoestima, buscando arte que me hiciera feliz en vez de concentrarme en lo negativo.

Ese mismo año, una actriz de voz de Londres me contactó para adquirir el cuadro. Se lo vendí y hacia Europa se fue, y con él se fueron mis últimos pensamientos negativos sobre mí misma. Supe que no podía dejar que un montón de extras tuvieran poder sobre mi, así que continué mi camino artístico personal y dejé atrás todo. Borré los videos de redes, borré todas las fotos y todo indicio del cuadro para siempre… hasta ahora.

Ahora la familia Tepes vive en un hogar hermoso donde la actriz que lo compró lo ama con todo su corazón. Una fan verdadera que comparte mis sentimientos de asombro hacia una serie tan bien hecha. No podía haber llegado a mejor lugar la verdad.

Al final, toda esta experiencia me enseñó que la gente en general se comporta en manadas rabiosas de odio, a veces sin saber sobre qué están hablando, a veces sin siquiera un contexto mínimo de la situación ni de la persona que están cancelando. Me enseñó que no se puede buscar la validación de nadie sobre nuestro arte porque ninguna realmente importa. Solo si tu propia alma canta cuando haces tu arte, así es como te das cuenta que estás en el camino correcto y que no debes dejar que nadie diga lo contrario.